La importancia de lo más pequeño

La importancia de lo más pequeño
Observando una mariquita

domingo, 28 de marzo de 2010

El valor de las pequeñas cosas

Esta es una reflexión para todos, dando respuesta al comentario que publicó mi amiga Mª Carmen.

Hoy día vivimos en una sociedad donde tener significa “ser mejor”, “tener más poder”. No quiero generalizar, pues he visto que mucha gente se está dando cuenta de ello, y esta llevando su vida hacia un camino más espiritual, donde lo importante no es tener más o menos si no vivir experiencias y dar lo mejor de si mismo, para ellos y para las personas que lo rodean.

Por supuesto hemos entrado en un bucle, en que, o eres consciente de lo que haces, o sin darte cuenta la sociedad te arrastra, te impulsa y te lleva hacia lo que hace la mayoría, y no solo eso sino que no vives tú vida como tú misma, sino que dependes de todo lo que pasa en el exterior y acabas hiendo por la vida sonámbulo, perdiéndote momentos increíbles y únicos.

Mirando hacia atrás, recuerdo cuando era niña, mis padres me transmitieron el amor a la naturaleza, llevando me al campo cada vez que tenían vacaciones, incluso cada fin de semana íbamos de camping, en verano todos juntos a la playa!



(Foto 1: Mi padre y yo, juntos bajo la sombra de un porche improvisado en el camping. Foto2: Mi madre, mi hermana pequeña y yo, en bicicleta. Foto 3: Mi hermana y yo en la playa.)

Recuerdo un día, en la escuela yo estaba estudiando los árboles, concretamente el Almendro, recordaré siempre cuando mis padres cogieron el coche y me llevaron a un lugar donde pude ver uno, lleno de flores, precioso.
En otro momento, y estando de camping en la playa, con toda mi familia, incluidos abuelos y tíos, dormíamos todos en una caravana y decidimos levantarnos a las cinco de la mañana para observar desde la playa la salida del sol, yo era pequeña pero recuerdo a todos sentados, esperando a que el gran astro apareciera, asomara la nariz por el horizonte del mar, y cual fue nuestra sorpresa que el sol salió por otro lado, a lo lejos, detrás de unos edificios lejanos que divisamos, así que nos quedamos sin ver esa maravillosa puesta. Pero porqué recuerdo esto, si en teoría salió mal? Pues lo recuerdo porque fue un momento donde todos estuvimos juntos, unidos, compartiendo algo, y ese motivo, y lo divertido que lo pasamos riendo por lo que pasó, fue lo que se me quedó grabado. Por eso creo que al final lo más importante son las experiencias que pasas en tu vida, al querer llegar a un objetivo, que el propio objetivo en sí.

Estas son solo un par de las experiencias que sin darme cuenta me hicieron prestar atención y sentir amor por lo que nos rodea, y a valorar mucho más eso que cualquier regalo material que me pudieran hacer.

He observado que ahora, los padres trabajan mucho más, se pasan todas las horas del día fuera de casa, sin la familia, sin ver a sus hijos, y cuando llegan casa, cansados no tienen tiempo ni para entablar una conversación con ellos, sintiéndose culpables por ello, tienden a comprar le al niño o niña todo lo que desea: una Nintendo, una Play, unas zapatillas de marca, videojuegos…Pero realmente lo que estamos haciendo es crear a un “monstruo”, el cual valora más lo material, que pasar un día con sus padres, que explicar a los suyos como ha ido el día, que ver una puesta de sol juntos. Puedo entender que el nivel de vida que llevamos nos hace creer que necesitamos más de lo que tenemos, pero, porque no ponemos nosotros el nivel? Puedes trabajar menos, para tener tiempo para los tuyos, no hace falta que te vayas de vacaciones a la otra punta del mundo en hoteles de cinco estrellas, sino que puedes ir a pueblos cercanos, de camping… Puedes comprar a tu hijo unos zapatos más baratos, no hace falta que sean de marca…
La cuestión es: es más fácil llegar a casa y dar un regalito, o planear un día con tu hijo?

Mucha gente piensa que no “tiene tiempo” para historias y prefiere evidentemente hacer “feliz” a su hijo con un bien material, así es como creamos a un niño, el cual prefiere quedarse en casa jugando a sus videojuegos o viendo la televisión, que salir a la calle a jugar, un niño al que le da más valor lo que dirán sus amigos si no lleva una camiseta de marca, que preocuparse por los niños que mueren de hambre, un niño que cuando está en casa con sus padres prefiere encerrarse en su habitación (para no molestar) antes que hablar de cómo ha ido el día, con su madre.

Es muy difícil educar a un niño, pero no es tanto darle cariño, mostrarle lo valioso que es el mundo, enseñarle a tener empatía por cualquier persona, enseñarle a ser amable y generoso, enseñarle a expresarse y enseñarle a dar valor a las cosas que realmente lo tienen.

El tiempo es solo tiempo, lo importante es qué hacemos en cada momento, lo importante es la plenitud con la que pasamos cada instante, ya sea escuchando lo que nos tenga que decir otra persona, ayudando, o prestando atención alguien que lo necesite.

Una simple mirada, una simple sonrisa hacia alguien, puede cambiar todo el transcurso del día de esa persona, lo que haces y dices, no solo repercute en ti y en las personas más cercanas, sino que va más allá de lo que pensamos, todos estamos conectados, todos estamos unidos de una forma u otra, en definitiva, todos somos uno.

martes, 23 de marzo de 2010

Silencio

Acudo por una fuerza invisible hacia la noche, una oscuridad luminosa me acerca hacia la realidad. Farolas encendidas, reflejadas en el asfalto, gracias a una fina capa de agua.

Agudizo mis sentidos y un escalofrío entra en mi cuerpo a través de un aire helado, húmedo…que penetra por mi nariz.

Escucho lo que parecen ser signos del último suspiro de una lluvia. Solo se aprecia el sonido intermitente de algunas gotas pérdidas, que caen sobre diferentes objetos.

Silencio…Mi cuerpo se para…, mis ojos se cierran…, mi ser se acalla…, y solo así, intuyo el sonido de la mar, que a lo lejos reclama mi atención…
Y en ese mismo momento descubro mi paz.
De madrugada después de una
lluvia, en la terraza de casa.
(Por Sory)

miércoles, 10 de marzo de 2010

Las cosas van cambiando

Ahora me doy cuenta de muchas cosas.

Es increíble lo que en una etapa de tu vida te puede suponer un problema y la misma cosa, ahora en este mismo instante lo aprecio de tal forma que nunca hubiera imaginado.

“Una luz llena de energía, acaricia mi cara, el Sol. A través de la ventana aun parece más señorial, más radiante...Una vez me adentro en la oscuridad de los ojos de la montaña rocosa, empiezan a brillar diamantes, creados por esa luz especial que refleja en la mar.

En esa inmensidad del mar, hoy las olas quieren escapar a las montañas, pero impedidas por el talante de las rocas, regresan a su seno.

Que increíble ver esto una y otra vez, ellas no pierden la esperanza, siguen y siguen...y algunas de esas gotas serán las afortunadas que después de volar rozando el aire, caerán en tierra firme.

Quien estuviera ahí, para que una de esas gotas, acabara en mi rostro, en mi cuerpo, en mis manos...! Pero aún y sin estar allí, lo siento como si lo estuviera viviendo en ese mismo instante”.

A través de la ventana.
Viaje en tren.

Por Soraya.

http://enlazadordemundos-concienciaglobal.blogspot.com/